Cuando hablamos de casas prefabricadas de hormigón, nos referimos a las casas que se construyen con materiales de alta calidad y se caracterizan por su funcionalidad y por su sostenibilidad medioambiental. A continuación te contaremos cómo se construyen este tipo de casas.
Una casa prefabricada de hormigón, se construye mediante bloques de hormigón y se fabrica cada parte, por un lado, hasta su ensamblado final, por esa razón acceden a la categoría de casas modulares. Las casas prefabricadas de hormigón resultan muy robustas y resistentes al paso del tiempo, apenas requieren mantenimiento, y están muy bien aisladas.
Estas casas poseen una vida media de 60 años, además de tener otras ventajas como su resistencia, su facilidad de habituación a este sector, la versatilidad de sus diseños, su maravillosa relación entre calidad-precio, su eficiencia energética con la que se puede ahorrar hasta en un 80% en calefacción, su excelente seguridad a prueba de incendios y malas condiciones meteorológicas, y su respeto por el medioambiente.
El proceso para edificar una vivienda prefabricada es parecido en cada una, al margen del material en el cual se realicen. Se apoya en formar módulos para su siguiente ensamblaje en el terreno deseado en el que quedará instalada de manera definitiva la vivienda. De esta forma, las casas modulares de hormigón son construcciones hechas con bloques de este material que se van uniendo entre ellos.
¿Qué ventajas ofrecen las casas prefabricadas de hormigón?
Al margen de los puntos mencionados más arriba, las casas prefabricadas de hormigón ofrecen ciertos beneficios extras que debes considerar si estás pensando en adquirir una casa de estas propiedades
Ante otros materiales de creación, las construcciones de hormigón son más resistentes al paso del tiempo, a los impactos externos, a los animales o al fuego. Esta increíble resistencia se traduce además en unos menores costes de mantenimiento en las casas prefabricadas de hormigón. Además, este material es un óptimo aislante acústico y posibilita un ahorro energético mucho mayor, gracias a la inercia térmica.
Que el exterior de la casa sea de hormigón no impide que se logren usar otros materiales que mejoren sus aportaciones como aislante en temperaturas extremas. Además, los módulos se construyen según las necesidades y el presupuesto de los propietarios, dejando la casa en un tamaño y un costo razonables en las maneras que proporcionan los módulos.
El confinamiento térmico que da el hormigón se traduce en un ahorro de energía y, por consiguiente, económico. Es por eso que este material nos hará ahorrarnos una buena cantidad de dinero a lo largo de nuestra vida.
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